Ante conductas evolutivas normales en la adolescencia, como cierta transgresión de límites, irritabilidad, etc., los padres y madres, preocupados por las consecuencias futuras de la conducta de su hijo, suelen volverse “miopes” ante lo que sí funciona en su hijo/a, en los sentimientos que generan dichas conductas, y adoptan una postura de mayor control o, por el contrario, de rendición.
Por eso, es fundamental fortalecer la relación entre los progenitores y el/la adolescente, tal y como subraya Susan Mackey:
“Un vínculo seguro con los progenitores puede reducir la influencia de los pares y, en consecuencia, aumentar la probabilidad de que el adolescente se adapte a los límites parentales. Ese vínculo seguro permite a los padres y madres sentirse más tranquilos ante las exteriorizaciones habituales características de los adolescentes, y menos proclives a reaccionar de forma exagerada…” y por tanto evita generar un ambiente emocionalmente invalidante para el adolescente.
¿Cómo ayuda la Mediación Familiar?
La experiencia del equipo de Mediación Familiar de UNAF confirma continuamente esa relación entre las conductas presentadas por los/as adolescentes y los modos particulares de comunicación y relación familiar.
Por eso, como mediadores vamos a tratar de ayudar a los miembros de la familia a modificar estos modelos de comunicación, con el fin de desbloquear sus dificultades y lograr una relación que permita su crecimiento como individuos y sistema.
Muy resumidamente, estos son los objetivos que persigue nuestra intervención:
• En primer lugar, fomentar el diálogo y la Resolución Conjunta de problemas como forma de abordar sus diferencias.
• En segundo lugar, ampliar la comprensión de la familia acerca de los cambios y las dificultades propias de la etapa que atraviesan, ayudándoles a superar la crisis transicional en la que se encuentran inmersos, y que está impidiendo su crecimiento, no solo como individuos, sino también como sistema, como familia.
• Asimismo, tratamos de capacitar a los progenitores para que sean capaces de ofrecer ambientes reguladores a sus hijos/as que permitan a estos desarrollarse adecuadamente, atendiendo en todo momento a la singularidad y a las necesidades de los mismos.
• Por otro lado, ayudaremos a los adolescentes a tomar responsabilidad sobre sus propias acciones, en base a la circularidad entre las mismas y las acciones de sus padres y madres.
• Y por último, pero no menos importante, cambiar la mirada de control y déficit sobre el adolescente por parte de sus padres, a una mirada de capacidad, que siente las bases del apego seguro que va a ser tan necesario en este momento de su vida.
Si tu situación familiar está viviendo algún tipo de conflicto y crees que te podemos ayudar a resolverlo a través de la Mediacón, te animamos a ponerte en contacto con nuestro Servicio de Mediación para Padres, Madres e hijos e hijas adolescentes.